Las aptitudes profesionales son un elemento clave a la hora de buscar un trabajo, resultarán fundamentales para superar un proceso de selección y deben estar también presentes en un currículum moderno.
Las empresas buscan, en resumen, contratar personas competentes.
Parte de tu competencia depende de tus conocimientos y habilidades.
Otra parte depende de tus aptitudes.
Una aptitud es una capacidad intrínseca para actuar de forma competente en una actividad determinada y superar con éxito los retos que se nos planteen.
Mozart, por ejemplo, tenía una aptitud natural para la música y por ello llegó a ser un genio.
Mostrar las aptitudes adecuadas en un proceso de selección permite a las empresas prever tus posibilidades de tener un rendimiento adecuado en un trabajo y te hace idóneo -como candidato- para ser seleccionado para un determinado puesto.
Las aptitudes y las actitudes son conceptos muy diferentes y ambos importantes en la vida profesional.
Por aptitudes nos referimos a tus capacidades, a tu facilidad natural para resolver situaciones de trabajo.
Tus actitudes, en cambio, son tu tendencia a reaccionar de una determinada manera a cierto tipo de situaciones.
Hablamos, por ejemplo, de “actitud constructiva” si tiendes a buscar soluciones frente a las adversidades con las que te encuentras. O hablamos de “actitud positiva” si confías en que las cosas irán a mejor y, en consecuencia, te encaras a encontrar oportunidades incluso en situaciones complicadas.
Tu actitud es tu comportamiento habitual en ciertas situaciones basado en tu evaluación de estas y tiene que ver con tus creencias y sentimientos acerca de lo que está sucediendo.
Tus actitudes te guiarán a actuar de una determinada manera y si, además, tienes las aptitudes adecuadas, te permitirán resolver la situación con éxito.
Las aptitudes y habilidades están muy relacionadas, pero no son la misma cosa.
Aptitudes son capacidades intrínsecas que posees sin haberlas entrenado y, en cambio, habilidades son capacidades que -además- has desarrollado con la formación, la experiencia y la práctica.
Rafa Nadal tiene, sin duda, grandes aptitudes para jugar al tenis, pero su habilidad extraordinaria se consigue con su constante entrenamiento.
Tus habilidades de comunicación -por ejemplo- dependerán de tus aptitudes, pero también de tu formación y experiencia para llegar a su máximo potencial.
Si estás en búsqueda activa de empleo quizás te interesen también estos artículos:
Antes de entrar en detalles, aquí tienes la lista de las 25 aptitudes clave que van a destacar tu candidatura en tu búsqueda de empleo:
Aptitud y Competencias digitales, Creatividad e Innovación, Apertura al cambio / flexibilidad / adaptabilidad, Orientación al cliente, Resiliencia, Proactividad en el trabajo, Trabajo en equipo, Compromiso, Trabajo bajo presión, Capacidad de relación y competencias relacionales, Decisión, Integridad y Confianza, Disciplina, Atención al detalle, Autocontrol, Dinamismo, Autonomía, Comunicación, Planificación, Organización y Gestión del Tiempo, Capacidad de toma de decisiones, Visión Global, Capacidad de liderazgo e Influencia, Control y Seguimiento, Formación y Desarrollo de personas.
En el mundo laboral, las aptitudes que son especialmente valoradas pueden ser muy diferentes de las necesarias para superar cursos de formación (aptitudes académicas).
Vamos a ver más en detalle las 25 aptitudes que interesan a las empresas y que -si las muestras en tu proceso de selección- te ayudarán mucho a conseguir el trabajo que quieres.
Empecemos por una aptitud esencial hoy en día.
Hoy por hoy, ser capaz de manejarse bien y de forma eficiente con herramientas digitales y de comunicación online va a resultar esencial en cualquier trabajo.
También crear un currículum digital y un perfecto perfil de LinkedIn va a destacar, fácilmente, tu competencia en el uso de nuevas tecnologías.
En un mundo tan cambiante y competitivo, estar informado sobre nuevas tendencias y tener ideas efectivas y creativas es una aptitud cada vez más importante.
La creatividad y la innovación tienen que ver con ser curioso, hacerse preguntas… y te permitirá mostrar tu capacidad para usar la imaginación para mejorar procesos y tu predisposición para formarte y estar al día.
Si algo nos enseñan los tiempos que vivimos es que la flexibilidad y la apertura al cambio resultan fundamentales en momentos tan acelerados a los que las empresas y las personas estamos sometidos.
Tu disposición a reaccionar positivamente a situaciones de cambio, así como cambiar tus expectativas en función del momento que se vive en las organizaciones, va a hacerte brillar en tu proceso de búsqueda de empleo.
La aptitud de orientación al cliente no tiene que ver exclusivamente con trabajos de ventas o atención a personas, nos referimos a la orientación a clientes tanto externos como internos.
Orientación al cliente es buscar el beneficio a largo plazo para el cliente (externo o interno) más allá de “apagar fuegos” en el día a día.
Una persona con aptitudes de orientación al cliente se muestra disponible a ayudar y busca entender lo que su cliente necesita, le aconseja, se involucra y busca oportunidades que le puedan favorecer.
La resiliencia es la aptitud o capacidad de sobreponerse a las dificultades.
Una persona resiliente, ante dificultades y conflictos, desarrolla estrategias para mantener la calma y busca maneras de salir adelante sin rendirse.
Proactividad es una aptitud muy valorada porque significa anticiparse a los problemas.
Si la falta de proactividad significa hacer algo repetidamente hasta que acabe saliendo mal, lo contrario, la proactividad, es proponer o buscar alternativas (no impulsivas sino razonadas) para solucionar o mejorar situaciones sin que nadie tenga que proponértelo.
Sin duda no pasará desapercibida en un proceso de selección.
Las aptitudes de trabajo en equipo permiten sumar esfuerzos y crear sinergias valiosas en las organizaciones.
Una persona que trabaja en equipo ayuda a los demás, comparte sus ideas con otros, escucha opiniones, no se guarda información que pueda interesar a otros y, a la postre, a sus compañeros les apetece trabajar con él o ella.
Las personas que trabajan en equipo suelen decir más “Nosotros” que “YO” y procuran que ganen todos, buscan consenso cuando es posible.
A la inversa, las personas que no trabajan en equipo son aquellas a los que los compañeros rehúyen a la hora de trabajar y no tienen en cuenta a los demás para tomar decisiones.
El compromiso es una de las cualidades que resulta esencial para el éxito de las organizaciones y que se valorará enormemente en cualquier selección.
Manifestar compromiso con cualquier cosa que emprendes (tanto aquello que te atrae como lo que no) no va a pasar desapercibido en tu proceso de selección.
Hay muchas formas de definir compromiso, pero podríamos simplificarlo a “poner empeño en hacer las cosas bien” y “no despreocuparse” por la calidad del trabajo, por tus estudios, por la satisfacción del cliente, por tus compañeros o la organización en la que colaboras o has colaborado.
Las circunstancias han hecho que trabajar bajo presión se haya convertido en una aptitud muy necesaria en muchas empresas.
Ser capaz de mantener la efectividad en momentos de mucha actividad o conflictos resulta muy importante en momentos de máxima exigencia para las personas y las empresas.
Se trata de una aptitud relacionada con la resiliencia y la gestión del estrés, la capacidad de priorizar y ser capaz de decir «no» cuando sea necesario.
La capacidad de relacionarse bien con los demás es una aptitud que afecta a todos los niveles de la organización. También, sin duda, a nivel directivo.
Se trata de poder trabajar con otras personas de forma fluida para comunicarse, resolver conflictos, negociar, vender o intercambiar información necesaria en el trabajo del día a día.
Demostrar tu capacidad de relación va a mejorar tu integración laboral y tu éxito profesional.
Tus aptitudes de «decisión» tienen que ver con la claridad de tus objetivos y tu determinación para pasar a la acción.
Mostrar decisión tiene que ver con la confianza en ti mismo y en tu convencimiento de que eres capaz de realizar con éxito una tarea y elegir de manera adecuada la forma de abordar una situación.
Lo contrario, la indecisión, te paraliza y paralizará el progreso de tu trabajo o de tu equipo de trabajo.
La confianza -como decíamos al hablar de la entrevista de trabajo– es una de las bases para ser seleccionado para cualquier puesto.
Se trata de ser realista y franco y de hacer ver que las relaciones que estableces con los demás se basan en el respeto mutuo.
Las personas confiables son capaces de reconocer errores y guardar la confidencialidad de los datos y no ocultan información que pueda ser importante.
A su vez, tener integridad tiene también que ver con mostrar el respeto que tienes a tus compromisos y tu disposición a ser coherente con la palabra dada.
La disciplina es una aptitud relacionada con la resiliencia y el compromiso.
Disciplina tiene que ver con perseverar en el logro de las tareas y objetivos, controlar la puesta en marcha de las acciones para asegurar que se consigue lo que se espera.
También encontrarás que se valora la disciplina en el cumplimiento de normas internas de las organizaciones.
Esto es así porque no sólo se trata de conseguir los objetivos sino que también importa la forma en que se hace y puede ser crítico que no se vulneren normas internas de (por ejemplo) seguridad y salud laboral, medio ambiente o la ética profesional en los negocios.
¿Sabes cuántos errores críticos se cometen por pequeños detalles?
Un pequeño error en una dirección hace que el producto no llegue al cliente, no completar completamente un formulario puede bloquear un proceso o no activar un mecanismo de seguridad puede provocar un accidente.
En una organización todos estamos conectados, por eso las empresas apreciarán que tu minuciosidad con los detalles haga que todo funcione.
La capacidad de autocontrolarse, especialmente en situaciones de estrés, es importante.
Se trata de ser capaz de controlar las emociones -que provienen de situaciones personales o laborales- y evitar las reacciones agresivas
Si esto es conveniente en trabajos relacionados con clientes, no lo es menos, en general, en todo tipo de situaciones de trabajo.
Seguro que has experimentado lo que significa trabajar con personas con poco autocontrol y entenderás su trascendencia.
La dinámica actual de mercado hace que las empresas busquen constantemente personas que muestren su mismo dinamismo y mejoren su productividad
Dinamismo es mantener un buen nivel de actividad y tiene que ver en parte con el compromiso y el ritmo de trabajo, la energía que se muestra y cómo transmitimos energía a nuestro equipo y las personas a nuestro alrededor.
La autonomía significa que, una vez entendido cual es el objetivo del trabajo y conociendo las herramientas necesarias para hacerlo, eres capaz de trabajar sin estar preguntando constantemente.
La autonomía es una aptitud que se relaciona con la responsabilidad y la iniciativa.
Una persona con poca autonomía es aquella que constantemente necesita ayuda o interrumpe a otros buscando soluciones que podría encontrar por sí misma.
La falta de autonomía redunda en una baja productividad.
La comunicación (interpersonal o por medios telemáticos) es una aptitud muy valorada.
Nos referimos a escuchar, hacer preguntas, expresar conceptos e ideas de forma efectiva para llevar a cabo una tarea o proyecto.
La capacidad de comunicación implica ser capaz de comunicar de forma adecuada y precisa en reuniones o por escrito o en el día a día y permite evitar muchos errores y desinformación permitiendo hacer progresar proyectos evitando malentendidos.
Los buenos comunicadores comprenden el punto de vista de los demás y evitan que se cometan errores.
Son capaces de transmitir información precisa y son personas accesibles a los demás y estos les contactan para resolver dudas y ello permite progresar a los equipos de trabajo.
La aptitud de planificación tiene que ver con ser capaz de prever a largo plazo qué acciones son necesarias para conseguir resultados y colocarlas en un plan de trabajo que permita cumplir con los plazos previstos y conseguir los resultados esperados.
Se aplica especialmente a trabajos de supervisión y directivos.
Por el contrario, una persona con pocas aptitudes de planificación acabará “apagando fuegos” uno tras otro.
La aptitud de organización es un poco distinta a la planificación y tiene que ver más con el trabajo del día a día.
Una persona organizada usa la agenda para llenarla con las cosas importantes y no se olvida de los detalles y los trabajos se acaban a tiempo porque no hay “tiempos muertos”.
Si la aptitud de planificación va más ligada a trabajos de supervisión y directivos, la organización y gestión del tiempo es aplicable a todos los niveles.
Una persona con aptitudes de análisis de problemas y toma de decisiones es capaz de analizar en profundidad las situaciones para buscar la mejor opción.
Nos referimos a personas que, para resolver adecuadamente un tema, investigan en profundidad, buscan datos, se informan y contactan con las personas necesarias para llegar a tomar decisiones bien fundamentadas.
Al contrario, las personas con menos aptitudes deciden sólo con información superficial o sólo con su experiencia pasada o con pocos datos.
Las personas que muestran aptitudes de visión global ven “la fotografía completa” y no sólo los detalles.
Visión Global es comprender los objetivos de fondo de la empresa y relacionarlos con los de su departamento y función.
Si muestras visión global priorizas sus tareas en función de los objetivos globales de la organización.
Con visión global entiendes cómo influyen de las tendencias del mercado, los cambios demográficos, políticos, tecnológicos…
Una persona sin esa visión global sólo se ocupa de su trabajo, sin tener en cuenta los motivos del departamento o de la empresa
El liderazgo es la aptitud para influir positivamente en las acciones de un equipo y no necesariamente tiene que ir ligada a puestos de supervisión o directivos.
Liderar es motivar a que un conjunto de personas progrese para conseguir logros y generar su confianza.
Aunque hay muchos tipos de liderazgo, la mayoría de las empresas buscarán personas con buen humor, accesibles, con ideas y con paciencia y autocontrol, que busquen el acuerdo y muestren buenas dotes de comunicación.
Las personas con aptitudes de control y seguimiento tienden a ser disciplinadas y rigurosas, y dedican tiempo a recopilar y resumir información.
Como supervisores son capaces de definir objetivos concretos y saber el estado de situación de los trabajos.
Tienden a tener estadísticas y registros que permiten tomar decisiones y consiguen que los trabajos se hagan.
Al contrario, la ausencia de sistemas de control hace que muchas cosas se quedan a medio hacer por falta de control.
La competencia en desarrollo y formación de personas es una aptitud esencial en los puestos de supervisión y currículums directivos.
Un manager con aptitudes de formación y desarrollo de personas ofrece la posibilidad de asumir más responsabilidad a su equipo y de formarse.
Su equipo progresa profesionalmente porque alienta los proyectos que proponen sus colaboradores y hace que estos lleguen por sí mismos a las soluciones (no simplemente las resuelve), a la vez que da feed-back y les ayuda.
Las aptitudes deben estar presentes en un currículum porque te ayudan a diferenciarte de otros candidatos, pero en su justa medida.
A diferencia de las habilidades y conocimientos, que son más comprobables directamente por tu experiencia o tus estudios, las aptitudes requieren habitualmente de pruebas o referencias.
Por esa razón deben ocupar una pequeña parte de tu currículum y serán más protagonistas en otras fases de la selección, especialmente durante las entrevistas.
Para no recargar tu currículum con aptitudes, menciona unas pocas repartidas en diversos apartados de tu currículum, siempre eligiendo las más importantes para el puesto al que estás optando:
Las habilidades en el extracto profesional pueden aparecer en la parte final de este después de mencionar tus habilidades técnicas.
Por ejemplo, puedes mencionar:
“Mi vocación es el diseño de instalaciones eléctricas y destacaría de mi perfil mi creatividad en la búsqueda de soluciones y mi implicación todos los proyectos en los que participo, planificando todos los aspectos de este para asegurar su exitosa finalización en los plazos requeridos”
Por otro lado, puedes dejar espacio en la sección en Habilidades y Aptitudes para mencionar ( y si es posible poner un ejemplo) de tus aptitudes, por ejemplo:
- Autonomía: 5 años ocupándome directamente de la supervisión de proyectos de instalación
- Orientación al cliente: puntuaciones de calidad ofrecidas por el cliente superiores al 95% en todos los proyectos
Las aptitudes pueden aparecer en la experiencia de forma directa o indirecta cuando mencionas tus tareas o logros como cuando, por ejemplo, mencionas que eras “responsable de la organización de tareas del departamento de contabilidad”.
También en la sección formación pueden aparecer tus aptitudes cuando describes las especialidades de tu formación o las materias más importantes.
Esperamos haberte ayudado a que presentes tus aptitudes profesionales durante un proceso de selección para mostrar que eres un candidato ideal. Y no olvides prepararte para tus entrevistas de trabajo online.
Suerte con tu búsqueda de empleo.
Como sabes, en iCulum somos especialistas en la creación de tu CV Online, y tienes opciones para hacerlo gratuitamente.
Si te gustó el post puedes compartirlo en tus redes sociales para que otros puedan leerlo. Gracias.